Ubicado en la esquina de las calles Lillo y Malutín, esta cafetería y restaurante tiene un aire de Asunción de antaño, decorado con objetos que recuerdan una antigua estación de trenes. El local tiene acomodaciones para unas 55 personas, con mesas adentro del local, y también algunas afuera, en un pequeño patio. Su carta viene en formato de un simpático maletín, ofrece variedades de cafés, dulces, salados, bebidas. A partir de las 18.00 horas ya sirven también carnes rojas, aves, pastas, ensaladas y postres. Gran variedad de vinos.
Realmente, lo más agradable es la decoración y la música ambiente. Lindo lugar, bien ubicado y para quien busca tranquilidad, mesas tanto adentro como afuera del local, con acceso a Wi-fi.
Con el novio, fuimos por una merienda liviana. Yo pedí un sándwich de jamón y queso, un jugo de naranja y un té de boldo. Mi novio pidió café, brownie con helado y agua con gas. En total, nos alcanzó Gs. 46.000.
Pero, ya sea para el almuerzo o la cena, la carta tiene una gran variedad de platos fríos y calientes. Los fines de semana, existe el sistema de "comida para llevar", entre las que se aprecian pastas, carnes y todas las comidas que acostumbramos compartir los paraguayos.
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